La música..

Llega un momento en el que no puedes más, que debes tomar una decisión, que ves como todo lo que tenías se va a pique, que no te queda nada en lo que creer. Las ilusiones se esfuman cual suspiro al viento, las sonrisas se convierten en indiferencia hacia lo que te rodea y hacia ti mismo. No queda más. Entonces te pararás en seco, y gritarás ¡ BASTA !. Encenderás el ordenador, pero nada de msn, ni tuenti, ni facebook, ni twitter ¡ NO ! Abrirás la carpeta con toda la música que tengas, y buscarás la más ruidosa y motivante. Subirás el volumen al máximo y empezarás a cantar lo más alto que puedas...más, ¡ más aún ! Sí, llegas a ese punto en que la música y tu os fundís y mueves la cabeza, simulas que tocas la guitarra, la batería o un piano electrónico ¡ no importa ! Das todo de ti y te crees que estás en pleno concierto con tus millones de fans gritándote y aclamándote. Y es que.. ¡ LO SIENTES ! es casi tan real que puedes tocarlos, estas con un boli o una botella usándolos de micrófono.  La adrenalina sube a una velocidad inimaginable y empiezas a saltar . Tu concierto personal está llegando a su fin y cuando lo hace te desplomas en la cama sonriente, cansado, sudado ¡ Wow ! Que subidón... Poco a poco vuelves a tu realidad , que ya no te parece tan oscura, ni tan horrible..Recuerdas que las caídas las tenemos todos, los malos días, o incluso una mala semana...son rachas. Pero entonces reaccionas. Te das cuenta de que siempre habrá algo que no te fallará...la MÚSICA. Siempre te podrás desahogar cantando, identificándote con las canciones o bailando..simplemente es mágica, es esa pequeña salvación por unos minutos..