Tú.

A veces es bueno escuchar tu voz para saber que lo que haces lo haces bien. Te preguntarás, ¿Dónde has estado todo este tiempo? Te contesto, estoy solo aquí en la más fría noche y perdido aquí en este fracasado momento mientras el tiempo sigue pasando. Si pudiera tener sólo un deseo te tendría a ti a mi lado. Esto solo son cosas del destino que extraño. Cariño, como te necesito. Ahora te amo más que antes. Hoy no quiero ver tu cara, pero mañana quiero tener el placer de rosarla con mis labios. Quiero decirte que nada ha cambiado, que nadie puede ocupar tu lugar. Mis sentimientos se ponen más difíciles cada día. Solo necesito saber ahora en este mismo instante que me amas más que antes. Así yo sentiré que de esta manera podré volver a casa. Recuerda, si tu me pides que me quede, me quedaré. Quise decirte que traté de vivir sin ti, que las lágrimas caían solas de mis ojos, y que me sentía solo y vacío. Aunque sigo sintiendo que hay algo que me desgarra en el interior. Todas las noches levanto la vista hacia las estrellas con la esperanza de pensar que estás haciendo lo mismo que hace dos minutos. Así de alguna manera me siento más cerca, y te oigo decir que me extrañas, que me necesitas a tu lado. Solo quiero gritar al cielo que no quiero volver a perderte. Si tuviera que elegir, elegiría que siempre tu reflejo se quede grabado en mis pupilas. De este modo siempre estarás en mi. Si realmente tú no eres el que me ama, mi corazón dejara de latir sin ti, y moriré ahogado en lágrimas. Y te repito una y otra vez, si me pides que me quede, me quedaré.